Sobre mí

¡Hola a todos! Me presento como Doña Rosa, un nombre que tal vez te resulte familiar, si has escuchado hablar de la típica representante de la clase media argentina.

Doña Rosa es un personaje simbólico que encarna las vivencias, preocupaciones y sueños de la gente común de nuestro país.

Elegí este seudónimo porque creo que todos llevamos un Doña Rosa dentro. Somos aquellos que trabajamos duro, que nos esforzamos por salir adelante, que disfrutamos de pequeñas cosas de la vida y que a pesar de las grandes dificultades que atravesamos en estos momentos, mantenemos la esperanza y el espíritu de lucha.

Para aquellos que no lo escucharon nunca, el término Doña Rosa fue popularizado en la década del 80 por el periodista Bernardo Neustadt, quien quiso representar al ama de casa promedio de aquella época y utilizó a Doña Rosa, poniendo en contexto en sus entrevistas a funcionarios de los gobiernos a través de ella, la situación política y económica del país, para que éstos usaran un lenguaje accesible para la clase media argentina. Obviamente debemos considerar que en aquella época la TV era el principal medio de información. Hoy sabemos que contamos con muchas más opciones para informarnos y desarrollar un pensamiento crítico.

Pero encuentro que a veces nos sentimos con tanta información que luego nos cuesta decodificarla, por falta de tiempo que hoy a penas nos alcanza para cumplir con situaciones impostergables o por creer que no vale la pena.

Mi objetivo con este blog, es compartir reflexiones, opiniones y análisis sobre la realidad y la actualidad de la provincia de Mendoza, mi ciudad natal y en la que he vivido toda mi vida.

Aunque prefiero mantener mi identidad real en el anonimato, quiero que sepan que soy una persona comprometida con cada actividad que he desarrollado a lo largo de mi vida, con altibajos como cualquier vecino. Soy una persona con cierta experiencia, con ganas de colaborar con las causas nobles que han hecho de mi provincia un lugar maravilloso y que pretendo que mis nietos puedan disfrutar de un futuro promisorio.

Gracias por acompañarme en esta aventura. ¡Bienvenidos a mi blog!

Con cariño,

Doña Rosa